Perseguir sueños
Nunca desistas de un sueño. Solo trata de ver las señales que te llevan a él.
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Nunca desistas de un sueño. Solo trata de ver las señales que te llevan a él.
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Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
Rabindranath Tagore
Un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.
Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo.
El ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.
Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema.
Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".
El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?".
"Justamente aquí", respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo. "Todo lo que hace falta para descubrir al 'ego' es una palabra de adulación o de crítica".
Autor desconocido
Refiere una antigua leyenda...
Que un niño próximo a nacer, le dijo a Dios:
Me vas a enviar mañana a la Tierra pero, ¿Cómo viviré allá siendo tan pequeño y tan débil? -Entre los muchos ángeles escogí a dos que te esperan, contestó Dios.
Pero aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír y éso basta para mi felicidad ¿Podré hacerlo allá? -Esos ángeles te cantarán y sonreirán todos los días y te sentirás muy feliz con sus canciones y sonrisas.
¿Y cómo entenderé cuándo me hablen si no conozco el extraño idioma de los hombres? -Esos ángeles te hablarán y te enseñarán las palabras más dulces y tiernas que escuchan los humanos.
¿Qué haré cuando quiera hablar contigo? -Esos ángeles juntarán tus pequeñas manos y te enseñarán a orar.
He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá? -Esos ángeles te defenderán, aunque les cueste la vida.
Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor, sin verte me sentiré muy solo. -Esos ángeles te hablarán de mí y te mostrarán el camino para volver a mi presencia, le dijo Dios.
En ese instante una paz inmensa reinaba en el cielo, no se oían voces terrestres el niño decía suavemente:
Dime sus nombres Señor, y Dios le contestó:
"Esos ángeles se llaman mamá y papá"
Autor desconocido
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Una teoría muy extendida pretende relacionar a las hadas con los druidas celtas y afirman que las hadas son las almas de sus druidas. El druidismo, la creencia religiosa del pueblo celta, era común a la Galia y a las islas británicas desde el siglo II a. C. hasta el siglo II d.C. Los antiguos druidas estaban muy instruidos en temas como las astrología, la magia y las propiedades mágicas de plantas y animales, que justificaría el amplio conocimiento que tienen las hadas de la naturaleza y el don que muchas dominan de hablar las distintas lenguas de los animales.
Otros pueblos relacionan a las hadas con la muerte de los niños y mantienen que las hadas son las almas de los niños que murieron sin recibir el bautismo. Otros, sin embargo, afirman que las hadas son las almas de los muertos paganos que murieron antes de que llegara el cristianismo.
Contrastando los distintos relatos se comprueba que, en muchos casos, se intenta relacionar un hecho de la naturaleza, las tormentas, el arco iris, los desprendimientos de tierra, los maremotos o simplemente la niebla, con las hadas. Ante un hecho que el hombre desconoce, que escapa a su explicación o que le supera, el hombre recurre al mito en la búsqueda de una teoría que le satisfaga. En algunos relatos las hadas son acusadas de provocar muertes repentinas, tormentas feroces, culpables de que perdamos las llaves o que no encontremos los objetos por la casa, amén de un sinfín de penalidades que el hombre sufre como castigo por parte de las hadas.
Alejandra Ramírez Zarzuela: El gran libro de las Hadas
El hecho de que no tengamos ninguna prueba genética que nos revele su verdadera naturaleza, ha fomentado que se multipliquen las teorías que intentan aportar su granito de arena a esta cuestión.
Todas estas creencias, recogidas de culturas totalmente dispares, parecen tener sin embargo un denominador común, y es la estrechísima relación que guardan las hadas con la naturaleza.
Las teorías que han intentado explicar el origen de las hadas se podrían dividir en cuatro grandes grupos: las que consideran que las hadas son ángeles caídos, las que defienden que son antiguas divinidades o dioses, las que afirman que proceden de una antigua tribu o raza primitiva y las que creen que provienen de los muertos.
El pueblo celta fue el primer pueblo que defendió la teoría de que las hadas descendían de los ángeles rebeldes. Para esta cultura las hadas son los ángeles rebeldes que se refugiaron en los mares, en los montes y en los ríos cuando fueron expulsados del cielo.
Sólo los pueblos de mayor tradición celta, Irlanda, Gales, Gran Bretaña, Escocia, la Bretaña francesa, Galicia y Asturias, conservan hoy relatos de hadas, incluso todavía se defiende en estos lugares su existencia.
Para otras culturas la existencia de las hadas es muy anterior a la existencia del hombre. Algunas creencias populares mantienen que las hadas son los seres más antiguos del planeta, una raza primitiva, y que cuando fueron creados los montes, los árboles y los ríos, decidieron quedarse en ellos, lo que explicaría su perfecta adaptación al medio, puesto que son anteriores a ellos.
Otra teoría apunta a que las hadas son descendientes de una antigua tribu nórdica de la Edad de Bronce, anteriores al pueblo celta, que se escondieron en montes y cuevas cuando fueron vencidos y oprimidos por éstos.
Los defensores de la cultura clásica y del mundo griego y romano afirman que las hadas descendían de los antiguos dioses y sus distintas divinidades. Según esta creencia, las hadas y las ninfas serían el resultado de los cruces entre los dioses, los titanes y los hombres, lo que explicaría el conocimiento que tienen las hadas de las propiedades mágicas de la naturaleza y sus dotes proféticas.
Otra teoría afirma que las hadas fueron en su origen dioses y héroes, pero que perdieron su poder cuando fueron desplazadas por el Dios cristiano. Esta teoría justifica que los irlandeses traten a sus hadas como si fueran divinidades, invocándoles y haciéndoles ofrendas para que les sean favorables.
La cuarta y última línea mantiene que las hadas proceden de los muertos, aunque según la cultura varía la procedencia del alma.
Alejandra Ramírez Zarzuela: El gran libro de las Hadas
Si cree en las hadas y trata de buscarlas o, si es mucho más atrevido, se propone hallar el País de las Hadas, le aconsejaría que no lo hiciera. Las hadas odian a aquellos que se entrometen en su vida y no respetan su intimidad.
Si quiere que la suerte le favorezca, nunca olvide que las hadas pueden estar próximas a usted. Algo tan fácil como dejar un vaso de leche o de agua sobre la mesa cada noche puede ser positivo y, por si un hada le está poniendo a prueba, cuando le pidan ayuda no dude en prestarla.
Recuerde que la naturaleza, las hadas y los humanos comparten un mismo mundo. Jamás maltarte a los animales, haga daño a los árboles o ensucie los ríos y mares. Aparte de que está haciendo un mal contra usted mismo, un hada puede darle su merecido.
Las hadas existen y se encuentran en todos los lugares, solo tiene que estar predispuesto para detectar su presencia.
Alejandra Ramírez Zarzuela: El gran libro de las Hadas
La gran mayoría de las personas perciben en alguna ocasión que son capaces de presentir algún suceso. Seguramente a usted le habrá pasado que pensaba en alguien que hacía tiempo que no veía y esa persona salía a su encuentro. Otros han experimentado el hecho de tener un sueño que se ha cumplido a los pocos días. Mucha gente puede saber cuándo va a ser una jornada buena o mala. Seguramente usted habrá percibido alguna vez cuando alguien le estaba mirando desde lejos. Casi todo el mundo ha vivido algún episodio en su vida que demuestra de alguna manera que el ser humano es capaz de recibir información por otras vías más allá de los cinco sentidos.
La gran mayoría de las personas tienen mucha más capacidad de la que imaginan. Lo que ocurre es que nadie se lo ha dicho. No saben lo que tienen y tampoco se lo plantean. Pueden vivir vidas mejores pero desconocen cómo poner en marcha el proceso de abundancia. Piense en esto: Si podemos percibir más allá de los cinco sentidos, también podemos “influir” más allá de lo que creíamos posible en los acontecimientos. Influir en los circunstancias para que estas sean favorables a nuestros intereses. Proyectar nuestros deseos de forma que se hagan realidad. Conseguir que nuestros proyectos salgan adelante. Atraer la abundancia, el amor y la felicidad a nuestra vida.
Lynda Morris
"...La poesía es como el viento,
o como el fuego,
o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas,
hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."
José Hierro
(España, 1922 - 2002)
¿Por qué el pan de molde es cuadrado, si el choped, salami, mortadela...son redondos?
¿Por qué cuando te duele una herida, siempre llega alguien que te Dice: te duele? eso es que se está curando... Que me imagino a Jesucristo con los clavos, y la Virgen: te duele? fenomenal!!, en tres días vas a estar como nuevo...
¿Por qué en las pelis de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por la rendijas? Qué hacen los espíritus ahí detrás, fotocopias???!!
¿Por qué cuando yo compré el piso no me dieron la canica que tienen los demás vecinos (pero todos) y que se les cae o la echan a rodar a partir de las doce de la noche?¿Por qué en las iglesias ponen pararrayos? No las protege Dios? Un poquito de confianza, no??
¿Por qué cuando llegamos a lo alto de una montaña nos ponemos las manos en las caderas?
¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?
¿Por qué nos da por ir a la nevera cada cuarto de hora si siempre hay lo mismo?
¿Por qué si nunca usamos las páginas amarillas, cuando las ves en el portal te pones contentísimo y, de hecho, piensas en cogerlas todas?
¿Por qué cuando nos sonamos los mocos abrimos el pañuelo y miramos lo que hemos echado? Qué esperamos encontrar? Berberechos???
¿Por qué cuando nos cuelgan el teléfono nos quedamos mirándolo como si el teléfono tuviera la culpa?
¿Por qué cuando nos llaman al móvil sentimos la necesidad irrefrenable de ponernos a andar de un lado a otro?
¿Por qué cuando estamos en un lugar alto nos obsesionamos con ver nuestra casa? "Mira, mira ahí, al lado del edificio rojo..."
¿Por qué cuando echamos una carta al buzón no podemos evitar mirar por la ranuera e investigar qué hay dentro? Qué esperamos encontrar? ¿un cartero enano?
Y ¿por qué abrimos los ojos cuando estamos a oscuras? ¿Qué creemos, que tenemos superpoderes?
¿Por qué nos da tanta vergüenza quedarnos en calcetines cuando vamos a una zapatería? ¿Por qué en cuanto nos traen el calzado que hemos pedido nos lo ponemos a toda leche?
¿Por qué hay tanta gente que cuando come un helado de cucurucho, a la mitad, muerden el piquito de abajo? No saben que por ahí les va a chorrear???
¿Por qué nos hace tanta gracia que se nos quede la marca del reloj cuando nos ponemos morenos en verano que en cuanto lo vemos se lo decimos al de al lado? "Mira, se me ha quedado la marca, parece que llevo reloj, pero no"
¿Por qué cuando un aparato eléctrico no funciona no se nos ocurre otra cosa que apretar con más fuerza el botón de encendido??
¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos abre la boca de esa manera tan extraña? ¡Es colirio, no tequila!!!!
¿Por qué cuando cogemos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?
¿Por qué cuando vas de viaje te sientes culpable si no visitas los museos?
¿Por qué cuando nos enfadamos nos cruzamos de brazos?¿Qué ganamos con ello?
¿Y por qué cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas?¿Creemos que un cuchillo no las atraviesa?
¿Por qué has mirado al techo al leer la septima pregunta?
Recibido por email (Gracias botxera, besinos)
Néctar de los dioses
Cristóbal Colón no sólo descubrió América. De vuelta a España, en 1502, trajo consigo algunas semillas de cacao que los indígenas utilizaban como moneda de cambio; aunque el almirante ignoró siempre su cotización en cuanto a salud. En la sociedad azteca, por contra, se atribuían al chocolate cualidades místicas (su nombre botánico, Theobroma cacao significa en griego «alimento de los dioses»). Hernán Cortés atestiguó cómo Moctezuma bebía con asiduidad un raro néctar que los aztecas denominaban xocalt (agua amarga), elaborado a base de cacao, maíz triturado, especias y agua. «Esta bebida le hace a uno más fuerte y resistente a la fatiga», relataba el conquistador. Hasta su utilización industrial, el chocolate gozó durante siglos de un cierto halo de alimento exquisito y reconstituyente, que nuestro ecléctico recetario introdujo como condimento en determinadas salsas, como desayuno y merienda, o como acompañante del café en la sobremesa. Su pasta de sublime y fácil fusión acabó, sin embargo, relegando el chocolate a la categoría de golosina con la que alimentar múltiples caprichos. Y acabó generando adicciones tan insidiosas que pronto mereció casi el apelativo de pecado, colmo de vicios «sin virtud alguna», en opinión de algunas voces. La ciencia, sin embargo, acabó jugando a favor de los partidarios del placer y, puestos a indagar en cosas buenas del chocolate, científicos californianos publicaron en 1996 un artículo en The Lancet, en el que se dejaba constancia de que las catequinas (flavonoides) del chocolate superaban a las del té en su acción antioxidante. Los autores no proponían introducir más cacao en la dieta, pero recordaban que «combinar algo de chocolate con una taza de té es sabroso y sano a la vez».
Desmitificación de una culpa
Como por arte de birlibirloque, en los últimos 10 años han proliferado trabajos científicos que podrían parar los pies a los padres o educadores que intenten frenar el consumo de chocolate por parte de los adolescentes. Pues bien, resulta que la grasa saturada de la manteca de cacao, el ácido esteárico, no aumenta el colesterol malo (LDL). Al contrario, parece ayudar al hígado a eliminar el exceso de este lípido de la sangre. Tampoco salen más granos en la cara por abusar del chocolate; aunque una dieta sana mejora siempre el estado de la piel, el acné se debe a una producción excesiva de sebo causada por factores hormonales, y no dietéticos. Con respecto a la migraña, un trabajo publicado en Cephalalgia concluyó recientemente que el chocolate no provocaba los dolores de cabeza del grupo que lo tomó en gran cantidad, comparado con otro que consumió una bebida con sucedáneo (algarrobas). De las caries, es cierto que existen alimentos más cariógenos que otros y que el chocolate, por su contenido en azúcares, se encuentra entre los de mayor peligro. Sin embargo, si éste y otros alimentos cariógenos se consumen con las comidas y antes del cepillado, el riesgo desaparece. Además, el chocolate se disuelve rápidamente y no está mucho tiempo en contacto con el esmalte dental (los caramelos blandos y pegajosos son mucho más dañinos).
A propósito de la adicción al chocolate no existen datos definitivos. Tres son las sustancias del chocolate que pueden incidir en el estado de ánimo (muchos le atribuyen cualidades antidepresivas). Su contenido en cafeína y teobromina lo convierten en un estimulante leve. La feniletilamina produce un efecto placentero a nivel cerebral y la anandamida causa relajación y sensación de bienestar. Estos dos últimos compuestos también están en el hachís, por lo que algunos trabajos sugirieron que el chocolate podría tener efectos adictivos similares a los del cannabis y justificar, de este modo, su apelativo polpular. Sin embargo, se ha demostrado que la concentración de estas sustancias en una tableta es insuficiente para que el chocolate provoque efectos adictivos.
Chocolate negro, tableta de salud
Los flavonoides contenidos en el chocolate parecen jugar un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares por sus efectos antioxidantes
JORDI MONTANER
Durante años el chocolate ha sido objeto de un sinfín de acusaciones. Desde fuente de vicio hasta origen de caries infantiles, pasando por adicciones incontrolables, problemas metabólicos, cefaleas o sobrepeso. De un tiempo para esta parte, sin embargo, el chocolate se está reivindicando como fuente de salud. Si los resultados de distintas investigaciones acaban confirmándose, pronto podría figurar entre las prescripciones de todo médico de cabecera.
Un artículo publicado hace unos meses en la revista Nature (424:1013, 28/8/2003) despejó toda incógnita acerca del papel protector de los flavonoides del cacao y del chocolate frente a la enfermedad cardiovascular. Un equipo dirigido por Mauro Serafini, del Instituto Nacional Italiano para la Investigación de los Alimentos y la Nutrición (Roma), han identificado al flavonoide responsable, la epicatequina, que actúa como antioxidante en los vasos sanguíneos y previene la formación de placas de ateroma (arteriosclerosis). No obstante, los investigadores transalpinos subrayan que el efecto antioxidante del cacao se inhibe normalmente por acción de la leche con la que se acompaña tanto su presentación soluble como buena parte de las pastillas de consumo más extendido. En otras palabras, que para que el chocolate resulte verdaderamente sano, le sobra la leche. Serafini llevó a cabo un estudio con 12 voluntarios sanos, a quienes hizo probar distintas variedades de chocolate y observó que la absorción de epicatequina en el organismo se veía dificultada en los chocolates que incluían leche o derivados lácteos en su composición. «Este hallazgo alimenta la controversia de que las acciones antioxidantes de determinados productos que ingerimos puede contrarrestarse mediante la acción de otros componentes de la dieta, al mismo tiempo que apoya el concepto de que los flavonoides desempeñan un papel esencial frente a las enfermedades del corazón y degenerativas», señala el investigador. Carl Keen (Universidad de California) va más lejos aún y sostiene que la epicatequina podría actuar «como una aspirina de baja dosis» en el organismo, ejerciendo una actividad antiplaquetaria y protegiendo frente al ictus o el infarto. «Nuestro grupo no sólo observó un incremento de la capacidad antioxidante tras el consumo de chocolate, sino una variación de ciertos componentes que afectan a los vasos sanguíneos». El especialista estadounidense midió el efecto de los flavonoides en 25 voluntarios que habían ingerido 25 gramos de chocolate, y lo comparó con otros voluntarios que habían comido sólo pan. «Entre dos y seis horas después de haber tomado chocolate, la sangre de los voluntarios registró una disminución de la agregación plaquetaria que no se dio cuando el producto consumido era el pan», relata.
Una pequeña tableta de chocolate negro (sin leche) aporta al organismo, según Keen, tantos flavonoides como seis manzanas, algo más de cuatro tazas de té o dos vasos de vino tinto.
Quería estar yo aquí, igual que estas nubes
sobre el mar, sin mas criterio
que el de la brisa,
quería estar como se vive
allí donde la vida ya no pesa.
Angel Aguilar